Hoy leía la transcripción del "vlog 87" de Patricia Cota-Robles, en Eraofpeace.org.
En medio de este mundo polarizado, nos invita a abandonar la necesidad de convencer, argumentar, perpetuando más aún la polaridad. Nos sugiere invocar la visión de ser inspirados (nosotros, los dirigentes, quien sea en cada caso de polarización,) por el Bien Mayor de la Humanidad.
Y entonces, de repente, me ha llegado el recuerdo de una pregunta "¿para qué medito?".
Quizás comencé porque buscaba llenar un vacío, o porque la serenidad encontrada al meditar, me sentaba bien. En seguida sentí que la meditación era un lugar de conexión profunda con mi SER, de conexión profunda con el Creador, la Fuente, o como quiera llamarlo cada cual. Experimenté la vivencia de volver al hogar, al lugar donde pertenezco, de descansar en Dios. Sentí que la meditación me iba limpiando de egos, de miedos, y despertaba en mí claridad, intuición y una percepción que antes estaban dormidas...pero sobre todo, despertaba en mí una conexión profunda con los demás, de amor, de unidad.
Más adelante, me dí cuenta de que es fácil quedar atrapada de nuevo en la polaridad de este mundo...que era fácil perder la Luz que la meditación encendía en mí ...Ahí decidí que la meditación debía ser mi fuente de purificación frente a la "contaminación" de un mundo polarizado, y que necesitaba acudir a ella a diario, tantas veces como pudiera. Tan potente sentía la vuelta a la polaridad, tan efímero a ratos, el efecto de la Luz.
Y un día, vi con absoluta claridad para qué meditaba. Sentí que yo no era el objeto de mi meditación. Me sentí una con todos los seres, y cada vez que yo me dejaba llenar por la Luz, el Amor y la Paz, de alguna forma abría una espacio para el Cielo aquí en la Tierra, para todos los seres. No para mí, para la Humanidad.
Así que hoy, medito porque siento que se abre un canal de Amor en este mundo, una ventana para la Iluminación de la Humanidad. Un canal muy humilde, quizás casi invisible, pero como dice Cota-Robles, la Vida está interconectada, y "con cada uno de nuestros pensamientos, palabras, acciones y sentimientos, tenemos la capacidad de servir como representantes en nombre de toda la Humanidad. Cuando nos elevamos a un nivel superior de Conciencia o Transmutamos un aspecto de nuestra Conciencia, tenemos la capacidad de elevar y Transmutar la Conciencia colectiva y las energías de toda la Humanidad.
Después de este descubrimiento, leí también a un maestro sufi decir: Meditar es un gesto de generosidad para que la Humanidad pueda elevarse hacia la Luz, para que emerja una nueva Humanidad.
Así que vivo la meditación como un servicio a la Humanidad. Y me llega con ello la idea de que no es tiempo de esperar a un Salvador del mundo, a un Mesías, sino de saberme una con todos, interconectada, en un mundo donde todos podemos ser Trabajadores de la Luz.
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