Hoy, contactaba conmigo un posible cliente/consultante, que quería sanar una dolencia crónica muy molesta. Me llamaba animado por su mujer, que a su vez me había conocido por una amiga común, que ya probó con éxito la LNT. Finalmente, cuando ya casi estábamos planificando la sesión, se ha echado atrás, porque no entendía racionalmente cómo funcionaban estas terapias.
Lógicamente, me preguntaba cómo era posible que esta terapia funcionara a distancia. Necesitaba una argumentación racional ...Y lo cierto es que, a día de hoy, las explicaciones acerca de la energía cuántica, por muy ciertas y comprobadas que estén, siguen sonando a ciencia ficción.
No importa. Todo está bien. El rechazo a una terapia energética es tan válido como el deseo de sanar.
Es difícil aún, comprender que estamos inmersos en un mundo de vibración, de energía, en un campo cuántico de infinitas posibilidades, donde la Fuente de la sanación, está disponible para todos nosotros. No lo comprendemos, pero tampoco importa. Funciona sin necesidad de comprender el mecanismo exacto por el cual el terapeuta conecta al consultante con La Fuente sanadora. Y quizás lo más esperanzador, pero también lo más frustrante, es que todos podemos aprender a ser terapeutas de energía cuántica...todos tenemos acceso a esta posibilidad...pero nos la negamos. Pero está bien. Todo está bien.
Todos tenemos un cuerpo físico y un cuerpo energético...pero el cuerpo energético no lo vemos, y no vemos (la mayoría de nosotros) los movimientos de esta energía con nuestros ojos físicos. Hay personas que no necesitan ver o comprender para experimentar. Otras sí. Y todo está bien.
Como decimos en las terapias holísticas energéticas: no queremos convencer a nadie. Sólo llegarán a nosotros quienes estén preparados para ello, y sólo cuando sea el momento adecuado.
Por otro lado, en el campo cuántico no existe el espacio o el tiempo. Por ello esta terapia funciona a distancia. Quizás esto es difícil de asimilar. La humanidad sólo está despertando ahora de forma masiva a estas terapias que antes estaban sólo reservadas a unos pocos. Cuesta confiar. Cuesta imaginar que desde mi casa voy a poder realizar una sesión de LNT o Tameana, y el consultante va a percibir sus efectos a miles de kilómetros. Quizás cuesta entenderlo. Y está bien. Todo está bien.
Las leyes universales siempre están en acción. Siempre nos permiten comprender, y también lo están en este "no confiar aún":
No se trata de convencer, sino de comprender. De nuevo, el rechazo a la terapia es una manifestación energética tan válida como su deseo de sanar.
La Ley de la Polaridad dice que "Todo es doble; todo tiene dos polos". En este caso, la Confianza y la Desconfianza no son opuestos, sino los dos extremos de una misma escala de confianza.
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El paciente que se echa atrás no está "en contra" de la terapia; simplemente está vibrando en el extremo de la desconfianza que es solo confianza mal dirigida (confianza en que nada cambiará o en que será herido). Esa misma energía puede llegar en su momento, a convertirse en curiosidad.
La Ley del Mentalismo: El "Todo es Mente". La realidad del paciente está definida por sus creencias. Si su mente dice "esto no funciona", su biología y su campo cuántico se cerrarán para confirmar esa premisa. Su pensamiento es su límite.
La Ley de la Correspondencia: "Como es adentro, es afuera". Su desconfianza externa hacia la terapia suele ser un reflejo de una desconfianza interna hacia su propia capacidad de sanar o de merecer el bienestar.
La Ley de la Vibración: "Nada está inmóvil, todo es vibración". El paciente y la terapia cuántica están en frecuencias diferentes. Si la terapia vibra en "posibilidad" y el paciente en "supervivencia/miedo", hay una disonancia que lo hace retroceder por pura protección
La Ley del Ritmo: "Todo fluye y refluye". Los procesos de sanación tienen avances y retrocesos. El que el paciente se eche atrás puede ser simplemente el movimiento pendular del ritmo: después de un acercamiento al cambio, el ego "vuelve" con fuerza para recuperar el control.
La Ley de Causa y Efecto: "Toda causa tiene su efecto". El "echarse atrás" es el efecto de una causa previa. Ninguna resistencia es azarosa; siempre hay una raíz anterior que la provoca.
La Ley de la Generación: "El género está en todo". Para que la sanación ocurra, debe haber un equilibrio entre la energía masculina (la acción de ir a terapia) y la femenina (la receptividad a la energía). Quizás la parte más receptiva está bloqueada o herida.
Por ello, todo está bien. Ese 'tirón' que algunas personas sienten en contra de las terapias energéticas, es solo su sistema intentando protegerles de lo desconocido. No es que no confíen en la terapia, es que tu ritmo actual necesita un poco más de tiempo para alinearse con el cambio que buscan.
Las personas con las que he trabajado con LNT o Tameana en estos últimos meses, simplemente, han probado, y han mejorado considerablemente o sanado por completo (rodillas, migrañas, lumbares, insomnio, autoestima, fascitis plantar, esguinces, afonía, otitis, taquicardias, hiperactividad...), pero la decisión de probar y confiar, ya estaba dentro de ellas.
A las personas que vienen con desconfianza y miedo, les propongo que entren en la web de Lanuevaterapia.com, o en mi web, thraiz.com, que se informen de cómo funcionan y qué son estas terapias energéticas si lo necesitan antes de probar.
Y si algún día, la curiosidad y el deseo de sanar son más fuertes que el miedo y la desconfianza, yo estaré aquí, dispuesta.
Todo está bien.
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